Esta era una princesita,
que se llamaba Gabriela;
era por mucho la mas bonita,
que habitaba en la Tierra.
Las princesas son hermosas
por que Dios las hizó así,
pero ella era una rosa,
más preciosa, que un rubí.
Encantaban a todos, sus bellos ojos
e interesados había en la nobleza,
que por sus labios carnosos
le ofrecían toda su riqueza
La princesa, como todas ellas,
en los sueños vivía enamorada,
soñaba un principe azul,
de caballo blanco y armadura dorada
En sus citas todo era perfecto.
romántico, bello, una fantasía
pero todo terminaba, cuando al despertar
solo veía la luz del día
Una tarde la princesa,
al pueblo bajó,
y al pasar, vió un herrero,
del cuál se enamoró.
Estaba muy guapo el herrero,
pero vestía prendas rotas,
y como no tenía dinero,
usaba unas viejas botas.
Pero a ella no le importaba,
pues la cego amor
en él lograba ver,
el principe que tanto soñó
La princesa y el herrero,
todas las noches se veían,
él le decía, "quiero ser guerrero"
y ella sólo se reía...
Ella le cantaba canciones,
bajo la luz de la luna blanca,
y el herrero, sacaba sus poemas
que a ella tanto le encantaban
Mientras a lo lejos quienes dormían,
solo oían las carcajadas,
una vez un viejo, corrío al herrero
tirandole una pedrada.
Apartir de cierto momento
de ellos no se volvio a saber
unos cuentan que se casaron,
y que se fueron de luna de miel.
-Benny Panduro
viernes, 18 de diciembre de 2009
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